A día de hoy, Hipócrates.

Pretendemos aunar experiencias de diversos orígenes para fomentar la parte olvidada de la medicina occidental: la cabecera del paciente

jueves, 26 de noviembre de 2009

Sínfonía


Pocas veces tomamos la carretilla de las necesidades.
A menudo, preferimos remontarnos
hasta las altas cumbres de la música clásica
y reposar
cual falsos dioses en el Olimpo.

Entonces libamos el placer de sentir
que lo que yace a nuestros pies
es la lujuria de los hombres.

Mas, de pronto,
queda todo despierto.
El sueño se desvanece.
La plenitud de nuestra vida
se hace presente.

Nos convertimos de nuevo
en pecado: hemos llegado al allegro.
No hace falta buscar otros ojos
para saberse enamorado,
ni otra boca para arrastrarse al amor.

Continuidad hasta siempre.
El tema invade, rechaza, atrae, evoca.
Sube, se eleva, me eleva.
Confundido el mundo conmigo,
emerjo hacia nuevas metas no propuestas.
Se afirma la no escisión del mundo.

Confirmada la Unidad,
perdura en las mentes la Sinfonía.

1 comentario:

MJ dijo...

Para volver a leer, pues supongo que ya lo has leído, pinchar en el título Sinfonía ( el subrayado) con el botón derecho abrir en segunda ventana que debes minimizar y esperar 20 segundos. Ahora puedes relerlo, si es que te gustó.