A día de hoy, Hipócrates.

Pretendemos aunar experiencias de diversos orígenes para fomentar la parte olvidada de la medicina occidental: la cabecera del paciente

domingo, 28 de noviembre de 2010

Mañana de tullidos

Habitualmente salgo a pasear por las tardes. Vivo a más de 30 km de Madrid en un entorno verde pero habtado desde donde divisamos las primeras nieves (¿las de mañana aquí?) en la Sierra de Guadarrama y la cruz del controvertido Valle de los Caídos. Hoy, por variar, por tener ya el día puesto con el paseo, mis 4,4 km por cuestas arriba y abajo, con paso rápido, sin mi perro, pues es lo que iba a contar.
Desde que estoy algo tullida, mi lesión de la pata que me ha tenido inmovilizada una temporada, procuro no dejar el ejercicio, pues su ausencia la noto rápidamente. Hoy, pues eso, que estaba paseando a las 10 de la mañana de un domingo pre-primeros hielos y me he encontrado que los mismo que yo piensan unos cuantos...y más tullidos de paseo, quiero decir, más obviamente tullidos que yo...y he pensado, pues era toda gente joven, además de los paseantes de perros, he pensado que aceptaban mejor su limitación que cuando a mí me ha tocado aceptar la mía...pues algunas actividades ya nunca me voy a arriesgar a realizarlas, como echarle una carrera a mis hijos 0 patinar sobre hielo. Que no sirve para nada, que apenas se hace. Pero eso de no poder hacerlo...

No hay comentarios: