A día de hoy, Hipócrates.

Pretendemos aunar experiencias de diversos orígenes para fomentar la parte olvidada de la medicina occidental: la cabecera del paciente

domingo, 6 de marzo de 2011

La página en blanco de Pilar Jurado, ciencia. ética, estética y música



La UE rechaza la patente de células embrionarias a raíz de que un alemán logró patentar en 1997 células neuronales obtenidas a partir de células embrionarias. Pilar Jurado nos plantea en su obra el robo de un cerebro creativo para poder desarrollar eternamente obras nuevas musicales, con un individuo sometido para siempre. La doctora que sirve a estos fines de investigación para enamorar al músico, sucumbe ante el amor que incita y el amor que a ella se le suscita o la compasión. Se arrepiente. El estallido final de esta ópera real del siglo XXI muestra una sociedad castigada, víctima de sus actos. Por desgracia, para mi gusto, lo menos conseguido de esta ópera cinematográfica, que, por lo demás, me ha encantado.

Sí, La página en blanco es una obra con un argumento que te mantiene en vilo hasta el final. La música, complicada para no ser vista, nos lanza más allá de una Odisea 2001 en el espacio. Los solos de la soprano, autora y guionista, son fantásticos, especialmente el aria al aria. La incorporación de la vida real de hoy-ordenador, móvil, cámara digital y los dilemas de la ciencia, los conflictos éticos de hasta donde puede llegar el hombre, si con la ciencia creer y poseer a otro ser humano están planteados. La estética de la puesta en escena es IMPRESIONANTE, con reminiscencias del Bosco en sus imágenes oníricas que enmarcan la página en blanco donde transcurre la acción.

Y bueno, que lo haya hecho una mujer, una satisfacción, especialmente en esta semana, en la que, aunque NO somos iguales (¡es lo primero que se mira cuando nace un ser humano e insano que no esté bien diferenciado!), tenemos los mismos derechos y a veces más, porque tenemos el privilegio en nuestra vida de ser o estar más de uno.

Volviendo a la temática de la obra, y uniendo la afición de Jurado al cine, no pude por menos que acordarme de AVATAR de James Cameron, la película que aborda de forma científica e imaginativa la transmigración de las almas, aunque luego el desarrollo es casi un western habitual. Toca la capacitación de un incapacitado mediante el traslado de la mente a otro cuerpo- las creencias de los hindúes de las historias de sus deidades, de ahí el título de la peli y de los personajes de juegos informáticos-. Aborda también la espiritualidad en forma panteísta y simple, tema que el hombre se planteó en las cavernas al ser ya Homo lo que sea y que resolvió a finales del XIX con la inexistencia de Dios.

Presenta una estética de Inmunofluorescencia -técnica de estudio de tejidos y otras sustancias- que le da ese brillo peculiar a las escenas más intimistas de la peli y que observamos, de vuelta, en el intestino sintetizado a partir de células madre en Alemania. Y parece una chorrada, pero esa misma luz nos la presenta Arzak en su comida...que todo casa.  



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