A día de hoy, Hipócrates.

Pretendemos aunar experiencias de diversos orígenes para fomentar la parte olvidada de la medicina occidental: la cabecera del paciente

lunes, 3 de mayo de 2010

Ópera en la sala de espera

La ópera es una forma de expresión artística global de las vivencias del ser humano; por ello, a lo largo de su historia ha mostrado en múltiples ocasiones la relación entre las personas, los médicos y las enfermedades. Es increíble descubrir que la música puede enlazar vidas, momentos y situaciones...pero aún es mejor pensar que une corazones. A día de hoy existe una preocupación por la formación humanística de los profesionales de la salud, de que conozcan esa dimensión, la humana, inherente a la medicina, sacrificada en aras de la ciencia y la evidencia. Escenas como las de las siguientes de películas nos llevan a reflexionar sobre la necesidad de profundizar en el misterio de la naturaleza humana: La vida es bella de Bellini, Philadelphia donde Tom Hanks intenta explicar a Denzel Washington, como la Ópera nos consigue emocionar. Para ello utiliza el ária "La Mamma Morta" de la ópera Andrea Chenier de Giordano interpretada por Maria Callas. Una imagen y una música excelente vale más que mil palabras, como en Pretty woman, donde habla de la universalidad del arte.
Es importante comenzar señalando que no siempre la profesión médica queda en buen pie en la ópera: muchas veces el médico es víctima de engaño y no pocas aparece como un charlatán. Otro aspecto a señalar es que los “enfermos” no siempre tienen un intérprete adecuado, por ejemplo, se puede ver a robustas divas aquejadas de tuberculosis. Finalmente, en la ópera se puede encontrar diversas patologías, como psicosis, celotipia, deliriums, depresiones psicóticas, jorobados, electrocuciones, heridas, infecciones, fiebre, litiasis, litotomías y castraciones, entre otras.
Hay enfermedades representadas como la tuberculosis en la
Traviata de Verdi y en La Boheme de Puccini; locura de Lucia di Lamermoor, en la ópera del mismo nombre, de Donizzetti, Don Giovanni, de Mozart, que es un caso clásico de satirismo; la arritmia de Antonia diagnosticada por el Dr. Milagro de los Cuentos de Hoffman de Offenbach.
El poeta y músico francés Marin Marais, músico de la corte de Luis XIV, gran intérprete de viola da gamba y discípulo de Monsieur Sainte-Colombe, escribió un poema que también musicalizó sobre la terrible experiencia de la litotomía sin anestesia, que en esa época no existía. El procedimiento consistía en abrir el periné, introducir una tenaza y extraer los cálculos, todo esto con el paciente instalado en una mesa diseñada para tal efecto, la mesa de operación de talla vesical, que es precisamente el nombre de la composición: “Le tableau de l’óperation de la taille”. La pieza dura tres minutos, durante los cuales se siente el sufrimiento de la persona sometida a esta intervención.

Y hay mucho más que comentaremos en la experiencia “Opera en la sala de espera”, experiencia pionera en nuestro país, ya experimentada en Brasil como un instrumento más de docencia para los estudiantes de medicina, donde daremos un repaso a los médicos y la ópera, representados entre otros por el Dr. Dulcamara en L'elisir d'amore, de Donizetti o a las limitaciones éticas de experimentación en medicina como se manifiesta en Wozzeck de Alban Berg; a las enfermedades y a la ópera, como hemos comentado; a la muerte en la ópera, presente desde el suicidio como en Madame Butterfly, al fallecimiento por tuberculosis en varias obras y otras.
También los artistas son pacientes y sufren de enfermedades como cualquier otro o específicas de su profesión. Y alguno acudía a nuestro centro, como Esteban G. Leoz.Y además existen los médicos cuya principal afición es la música y concretamente la ópera…
Ver la medicina a través de los anteojos de la ópera creemos que puede ser una experiencia muy gratificante, tanto para los sanitarios, como para los pacientes y los artistas que nos acompañarán.


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