Algo sé, en cambio, de corazones. Me hice médico porque quería escucharlos de cerca. Entiendo de miserias humanas. De (salvo)conductos lagrimales. Entiendo igual de derechos humanos que de desechos humanos y de almas que transmigran. Las almas y los sentimientos no saben de visados, y son los únicos, junto a los correos electrónicos, que son capaces de atravesar el Atlántico en diez minutos.
Publicación del texto en Bariloche 2000, diario digital de Bariloche (Argentina) en versión íntegra y pdf de su publicación en Revista Viva, dominical del Diario Clarín, Argentina. Publicación en Acta Sanitaria, sitio sanitario digital español
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